Los recientes movimientos telúricos que nos han sorprendido, en particular en la Ciudad de México y en aquellos estados del país que suelen estar cercanos a los epicentros de los sismos, nos hacen pensar en qué tan seguros estamos en los espacios que habitamos.
Una vez que evacuamos un inmueble después de un sismo, ¿cuáles son algunos de los aspectos en los que deberíamos fijarnos antes de entrar de nuevo, para saber si es seguro? A continuación, te compartimos algunas claves importantes, que también te servirán si estás pensando adquirir un inmueble o rentar un nuevo espacio, pues la seguridad de las construcciones es algo en que debe observarse con lupa.
Sucesos como el sismo de 1985 marcaron un parteaguas para la seguridad estructural, pero los ocurridos en 2017, mostraron que la lección no fue totalmente aprendida o acatada; cualquier falla puede incluso costar vidas. El reciente movimiento del 19 de septiembre de 2022 de intensidad importante nos hace recordar todo esto aún más de cerca.
Por ello, hay que saber distinguir los elementos que apoyen en una revisión para aprender a identificar la presencia de un daño en la infraestructura.
El daño estructural se presenta cuando está afectado el esqueleto del inmueble, es decir, cuando las fallas se presentan en soportes como columnas, vigas o losas.
Por otro lado, el daño no estructural se presenta cuando algunos materiales de la vivienda son endebles, por lo que conlleva el riesgo de caerse o desprenderse. Habrá que revisar azulejos, recubrimientos, o cualquier otro elemento que pueda ser propicio a caerse.
Cabe aclarar que, aunque en algunas ocasiones las grietas visibles no implican un posible derrumbe, pueden llegar a ocasionar accidentes, por lo que siempre es mejor conseguir que un experto las revise. Las grietas más frecuentes se forman en las juntas y uniones, así como en muros con ventanales y marcos de las puertas. Esto se debe a que en estos puntos se acumula más esfuerzo en la construcción.
Una grieta se torna peligrosa cuando se halla en sitios como trabes, columnas o muros de carga. En estos casos se recomienda abandonar el inmueble lo antes posible y reportarlo a un especialista (perito o Director Responsable de Obra).
Otro punto importante es conocer la antigüedad del edificio, ya que esto puede indicar si fue erigido antes o después de que se implementaran los cambios en el reglamento de construcción, que se dieron principalmente a raíz del sismo de 1985.
No obstante, sea cual sea la antigüedad, es importante darle mantenimiento a las construcciones, ya que con el paso del tiempo se van desgastando, lo cual puede volverlas inseguras para habitar.
En cuanto a la forma de la estructura, no es recomendable que dos construcciones estén recargadas entre sí, ya que se corre el riesgo de que ocurran daños por impacto. Se debe tener una separación adecuada y libre de escombros entre edificios.
Los muros tienen la función de soporte, por lo que es recomendable que las columnas de carga tengan una misma continuidad desde el piso hasta la azotea. También es óptimo contar con muros estructurales de concreto, ya que estos amortiguan de mejor forma el movimiento en un temblor.
Fijarse en las construcciones vecinas puede darnos indicios de las características de la zona en la que está la propiedad sobre la que se tiene interés. Se recomienda observar si los vecinos presentan o han presentado detalles como hundimientos, inclinaciones o inclusive desplomes.
La prevención también es importante. Es recomendable hacer revisiones periódicas de tuberías, ya que una fuga de agua silenciosa puede generar humedad que dañe irremediablemente la estructura.
Estos consejos sirven para apoyar una vista inicial de la propiedad en la que se tiene interés, ya sea para inversión o para renta, no obstante, cuando se tenga la opción u opciones elegidas, es preferible hacer una visita con la compañía de un experto. La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil sugiere contactar a un ingeniero especialista en estructuras. Además, siempre vale la pena consultar el Atlas de Riesgos de la zona, disponible en los medios de comunicación de dicha Secretaría.