Los edificios, omnipresentes en nuestro paisaje urbano, albergan gran parte de nuestras vidas. Sin embargo, su impronta ambiental es profunda: casi el 40% de las emisiones de COâ‚‚ y el 35% del consumo energético global provienen de su construcción y uso. La construcción sostenible emerge como un faro en este panorama, ofreciendo una alternativa responsable y resiliente.
Hace 120 años, en la soleada Alejandría, nació un visionario: Hassan Fathy. Inspirado en las técnicas ancestrales y los materiales naturales, este arquitecto egipcio, conocido como "el arquitecto de los pobres", desafió la lógica imperante. Su legado reside en la revalorización del adobe, las arcillas y las arenas, materiales accesibles y de bajo impacto ambiental. Fathy comprendió el poder de la arquitectura bioclimática, utilizando la captación solar, la ventilación natural y la regulación térmica para crear espacios confortables sin depender de sistemas energéticos contaminantes.
El futuro nos invita a reimaginar la forma en que habitamos el planeta; la próxima década será crucial para transitar hacia un paradigma más sostenible, donde la construcción juegue un papel fundamental. La reducción de la huella de carbono, la apuesta por la economía circular y la mitigación del impacto ambiental son pilares de este nuevo enfoque.
La investigación y el desarrollo de nuevos materiales y técnicas constructivas son la llave para construir un futuro habitable. El uso de materiales reciclados, la eficiencia energética y la integración de sistemas de energía renovable son solo algunos ejemplos de las estrategias que ya se están implementando.
La construcción sostenible no solo se preocupa por el medioambiente; también busca crear espacios más saludables para las personas, con una mejor calidad del aire, iluminación natural y accesibilidad universal. Se trata de construir edificios que no solo sean eficientes y duraderos, sino también espacios que fomenten el bienestar y la calidad de vida.
La construcción se transforma en un motor de cambio positivo, los nuevos modelos de construcción sostenible no solo se enfocan en reducir la huella ambiental, sino que también impulsan el crecimiento del sector y abren un universo de posibilidades. La industria se ha convertido en un socio irremplazable para los grandes proyectos de infraestructura energética, impulsando la transición hacia un futuro más verde.
Cada vez hay más inversión en tecnologías sustentables, como la energía solar, que se caracteriza por utilizar materiales duraderos para minimizar la generación de residuos. El cemento reciclado, el acero y los vidrios sustentables comienzan a ser protagonistas en las nuevas edificaciones, reemplazando prácticas tradicionales por alternativas más amigables con el medioambiente. Algunos ejemplos de lo anterior son:
- Steel frame: emerge como la vanguardia en la construcción sostenible. Este método, reconocido por su eficiencia y respeto al medio ambiente, está ganando terreno rápidamente; Argentina se destaca como uno de los principales adoptantes en la región, subrayando su liderazgo y potencial en esta innovadora técnica constructiva.
- El acero: un aliado indispensable para la energía renovable. El acero juega un rol fundamental en la construcción de las estructuras que soportan las fuentes de energía renovable; ninguna de estas tecnologías sería posible sin este metal, que es el principal insumo para la construcción de paneles solares, aerogeneradores e infraestructura energética.
- La industria siderúrgica está en auge: la producción de acero crudo y hierro primario ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos meses, impulsada por el sector energético y sus grandes proyectos de infraestructura.
El acero también es clave para el desarrollo del gas, una fuente de transición fundamental; un modelo industrial sustentable, donde el acero juega un rol protagónico, es la base para alcanzar una economía más verde y un futuro más próspero para todos.
La construcción sostenible es un camino que debemos recorrer juntos. Involucrándonos como agentes de cambio, podemos crear un futuro más verde, resiliente y habitable para las generaciones venideras. Ejemplos inspiradores de construcciones sostenibles:
- Ciudad BBVA: Un gigante inteligente en Madrid
El imponente complejo de Ciudad BBVA, diseñado por los galardonados Herzog & de Meuron, se alza en el horizonte madrileño como un ejemplo de construcción sostenible. Con más de 50.000 sensores que optimizan el consumo energético, este edificio inteligente alberga a 7.000 trabajadores en una superficie de 113.000 metros cuadrados; su certificación LEED Oro por el USGBC lo coloca a la vanguardia de la eficiencia y el respeto al medioambiente.
- Star Garments Innovation Center: Un oasis de eficiencia en Sri Lanka
En el corazón de Sri Lanka, el Star Garments Innovation Center se alza como un faro de la construcción sostenible. Este edificio dedicado a la industria textil consume un 60% menos de energía que sus contrapartes tradicionales; su éxito se basa en un aislamiento meticuloso, doble acristalamiento, estrategias de sombreado y sistemas de ventilación inteligentes. Los trabajadores disfrutan de luz natural, aire fresco y temperaturas constantes, todo ello en un entorno que armoniza con la naturaleza.
- Soluciones inspiradas en la naturaleza: Del termitero al pepino
La biomimética juega un papel crucial en la construcción sostenible. El Eastgate Centre en Harare, Zimbabue, imita la estructura de los termiteros para mantener temperaturas constantes. The Gherkin en Londres, con su diseño inspirado en las esponjas marinas, ostenta una eficiencia energética un 50% superior a la de edificios similares. El prototipo "Vertical Forest" en Milán, del arquitecto Stefano Boeri, integra una exuberante vegetación en su fachada y cubierta, reduciendo la temperatura y el consumo energético del edificio.
Hacia un futuro verde: Oportunidades y desafíos
El estudio de la GlobalABC afirma que alcanzar cero emisiones en 2050 es posible con la tecnología actual, pero requiere políticas e inversiones estratégicas. La construcción sostenible se presenta como una de las inversiones más atractivas de la próxima década, con un valor potencial de 24,7 billones de dólares en 2030.
Javier Torralba, experto en la materia, insiste en la necesidad de concienciación: "El problema no es técnico ni económico. Sabemos construir edificios sostenibles y son más rentables; el desafío es comunicar sus beneficios al ciudadano. Un edificio sostenible es simplemente mejor construido, más barato a largo plazo y un objetivo alcanzable si trabajamos juntos".
Estos ejemplos inspiradores de construcciones sostenibles alrededor del mundo nos ofrecen un atisbo del futuro, donde la arquitectura se integra con la naturaleza, la tecnología se emplea de forma inteligente y la eficiencia energética se convierte en una prioridad.
