En el panorama actual de la infraestructura mexicana, los megaproyectos no bastan por sí solos para transformar regiones. La experiencia lo demuestra: sin un plan integral, el impacto positivo se diluye una vez que concluye la obra. Así lo advierte el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), que ha puesto sobre la mesa un tema urgente para el país: construir con visión a largo plazo.
Durante una reciente conferencia de prensa, Mauricio Jessurun Solomou, presidente del consejo directivo del CICM, enfatizó que proyectos como Dos Bocas, en Tabasco, o el Tren Maya, en el sureste, han impulsado el empleo temporal, pero han fallado en detonar un desarrollo regional duradero. “Históricamente, cuando terminan las grandes obras, el empleo cae si no hay un plan paralelo para el crecimiento de la zona”, señaló.
Este será uno de los temas centrales del 33.º Congreso Nacional de Ingeniería Civil, que se llevará a cabo del 11 al 13 de noviembre de 2025, bajo el lema “Ingeniería de vanguardia con responsabilidad social”. El evento, que contará con Inglaterra como país invitado, busca promover una infraestructura que no solo sea moderna y tecnológica, sino también resiliente y centrada en el bienestar de las comunidades.
Agua: un recurso en crisis, una prioridad en infraestructura
Uno de los desafíos más críticos que enfrenta el país es la crisis hídrica: “En 1900 teníamos 31,000 metros cúbicos por habitante al año; hoy apenas alcanzamos 3,100”, alertó Jesús Campos López, director general del Congreso. Esta dramática reducción del 90 % está vinculada al crecimiento poblacional, el cambio climático y la falta de planificación hídrica estratégica.
El caso del Valle de México es particularmente alarmante: el déficit supera los 700 millones de metros cúbicos anuales: “Ya importamos un tercio del consumo total, y aun así la tarifa del agua no refleja su costo real. Eso fomenta el desperdicio”, explicó Campos. Mientras en la capital se consumen 300 litros por persona al día, en ciudades como León el promedio es de solo 150 litros. La diferencia, subrayó, está en la política tarifaria.
La infraestructura hídrica, por tanto, debe ser prioritaria dentro de una estrategia nacional que incluya eficiencia, educación, regulación y nuevas tecnologías.
Inversión y continuidad: lo que el futuro exige hoy
Para que la infraestructura se convierta en motor de desarrollo económico y social, se necesita algo más que grandes construcciones: se requiere inversión sostenida, continuidad de proyectos y visión a futuro. El CICM estima que, para impulsar una transformación real del país, se necesita destinar al menos el 5 % del PIB a infraestructura, una cifra aún lejana de alcanzarse.
El Congreso Nacional de Ingeniería Civil se convierte así en un espacio de diálogo y colaboración para los diferentes actores del sector. Las actividades arrancaron en abril con reuniones regionales en Chihuahua, seguirán en julio en el Estado de México y culminarán en agosto en Chiapas, reuniendo a colegios, universidades, gobiernos e industria.
De megaproyectos a polos de desarrollo
No todo son advertencias, también hay ejemplos positivos. El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec es uno de ellos; ya que a diferencia de otros casos, este proyecto contempla la creación de polos de desarrollo industrial, conectividad logística y oportunidades laborales sostenibles. Al vincular los océanos Atlántico y Pacífico, se abre una nueva vía de comercio que puede transformar la economía de la región.
“El proyecto es rentable y estratégico porque, más allá de la infraestructura física, está generando un ecosistema de inversión que puede arraigar crecimiento en una zona históricamente rezagada”, explicó Jessurun.
En un México marcado por profundas desigualdades regionales, la infraestructura tiene un papel protagónico que va mucho más allá del concreto. Es, en esencia, una herramienta de desarrollo social, económico y ambiental; pero, para que cumpla ese rol, debe planearse con inteligencia, financiarse con visión de largo plazo y ejecutarse con una perspectiva territorial e incluyente.
El mensaje es claro: “construir no es suficiente; hay que construir con propósito”.
Referencia:
- Lázaro, E. (2025, 13 de mayo). Megaproyectos de infraestructura requieren plan integral para detonar desarrollo regional: CICM. El Economista. Recuperado de https://www.eleconomista.com.mx/estados/megaproyectos-infraestructura-requieren-plan-integral-detonar-desarrollo-regional-cicm-20250513-758935.html es-us.noticias.yahoo.com+3eleconomista.com.mx+3efinf.com+3