Imagina que un edificio se construye como un automóvil: pieza por pieza, en un entorno controlado, con estándares milimétricos y sin los retrasos provocados por el clima o la falta de materiales. Esa es la lógica detrás de la construcción off-site, una de las transformaciones más importantes que está viviendo la industria constructiva en el siglo XXI.
Aunque el término ha ganado fuerza en los últimos años, su esencia no es completamente nueva; pues la idea de fabricar componentes fuera del sitio de obra surgió en la posguerra europea, cuando países como Reino Unido y Alemania necesitaban reconstruir ciudades enteras a una velocidad sin precedentes. Lo que en ese momento fueron paneles prefabricados para viviendas sociales, hoy son sistemas inteligentes y sostenibles capaces de levantar hospitales, hoteles o edificios de oficinas en cuestión de semanas.
El auge actual responde a una nueva necesidad global: construir más rápido, con menos recursos y con menor impacto ambiental. La construcción tradicional consume cerca del 40% de la energía global y genera el 30% de los residuos sólidos del planeta, según la Agencia Internacional de Energía (IEA, 2024). Frente a esto, la industrialización del proceso constructivo se presenta como la respuesta más sólida para mitigar emisiones, controlar costos y garantizar calidad.
En el modelo off-site, la mayoría del trabajo se realiza en fábrica, donde se producen muros, estructuras, instalaciones eléctricas o módulos completos listos para ensamblar. Así, mientras se prepara el terreno en obra, el edificio avanza en paralelo en un entorno limpio y eficiente. Según McKinsey & Company (2024), esta metodología puede reducir los tiempos de construcción hasta un 40% y los residuos hasta en un 70%, impulsando la productividad del sector como no se había visto en décadas.
En México, este enfoque comienza a consolidarse gracias a la convergencia de tres factores clave: la digitalización (BIM y modelado 5D), la urgencia por construir vivienda sostenible y asequible, y la entrada de nuevos actores tecnológicos al mercado.
¿Por qué está transformando la industria? El cambio responde a tres presiones que hoy definen la construcción moderna: tiempo, costo y sostenibilidad.
1.- Eficiencia y control de calidad: Las piezas se fabrican bajo estándares industriales, eliminando la variabilidad del clima y la improvisación en obra. Resultado: menos errores, menos retrabajo y una calidad predecible.
2.- Tiempos de ejecución récord: Mientras los cimientos se construyen en el terreno, la estructura se ensambla en fábrica. Este trabajo en paralelo reduce el tiempo total del proyecto hasta en un 40%, según McKinsey Global Institute (2024).
3.- Sostenibilidad y economía circular: Los procesos off-site generan hasta un 70% menos residuos, optimizan materiales y reducen la huella de carbono en el transporte. Los componentes pueden reciclarse o reconfigurarse para nuevos proyectos.
Casos destacados en México y Latinoamérica
- Katerra México: eficiencia modular en vivienda social: Con su planta en Querétaro, esta empresa introdujo la prefabricación estructural y de acabados para conjuntos habitacionales. Logró reducir el tiempo de construcción promedio de 12 a 7 meses, manteniendo altos estándares de aislamiento térmico.
- Grupo RUBA y la vivienda industrializada en Chihuahua: RUBA ha apostado por módulos estructurales producidos fuera del sitio para agilizar la entrega de vivienda media. Su modelo híbrido —obra tradicional + ensamblaje modular— ha sido replicado por desarrolladores en todo el norte del país.
- Modular Tecno (Chile y México): soluciones para infraestructura pública: Esta empresa latinoamericana ha colaborado con gobiernos en proyectos educativos y sanitarios, instalando aulas y clínicas en tiempo récord, con módulos sustentables y materiales reciclables.
El futuro es off-site
El enfoque off-site no limita la creatividad ni la personalización; al contrario, gracias a la tecnología BIM y la fabricación digital, los arquitectos pueden diseñar con total libertad y prever cada detalle, desde la estructura hasta los flujos energéticos, antes de producir una sola pieza. Esto reduce errores costosos y hace posible una arquitectura más sostenible, adaptable y accesible.
La pregunta ya no es si la construcción off-site llegará a México, sino qué tan rápido podrá escalar, pues su impacto en la industria es inevitable. Para las empresas que buscan destacarse en eficiencia, sostenibilidad y experiencia de usuario, la industrialización del proceso constructivo representa una ventaja competitiva clave, y todos coinciden en que el sitio de construcción ideal podría encontrarse… fuera del sitio.
Referencias
- Agencia Internacional de Energía. (2024). Energy Efficiency in the Construction Sector Report. Recuperado de https://www.iea.org/reports/energy-efficiency-2024
- Engineering for Change & Ellen MacArthur Foundation. (2021). Circular Economies and Affordable Housing: Industrialized housing construction in Mexico [Informe]. Recuperado de https://www.engineeringforchange.org/wp-content/uploads/2021/11/E4C-H4H-circular-housing-Mexico-2021.pdf
- Grand View Research. (2025). Mexico Modular Construction Market Size & Outlook, 2030. Recuperado de https://www.grandviewresearch.com/horizon/outlook/modular-construction-market/mexico
- Research and Markets. (2025, octubre 2). Offsite Construction Industry Business Report 2025-2030. Recuperado de https://www.globenewswire.com/news-release/2025/10/02/3160178/0/en/Offsite-Construction-Industry-Business-Report-2025-2030-Higher-ROI-and-Faster-Project-Timelines-Generate-Investment-Interest-in-Modular-Construction-Startups.html